718

La subfamilia 718 está diseñada específicamente para la soldadura de la aleación base 718, asegurando una excepcional resistencia a la corrosión en diversas condiciones ambientales. El metal de soldadura puede ser sometido a un tratamiento de envejecimiento para templado, confiriéndole así notables propiedades mecánicas, estrechamente influenciadas por el tratamiento térmico posterior a la soldadura (PWHT). Se emplea comúnmente en los procesos de soldadura por arco de tungsteno de las aleaciones Cr-Ni-NB-Mo, ya que el uso de procesos con alta aportación térmica como el GMAW puede causar microfisuras con frecuencia. Esta aleación encuentra su principal aplicación en la soldadura de componentes aeronáuticos de alta resistencia, partes de cohetes a combustible líquido, anillos, carcasas y varios elementos en lámina formada para motores de turbina a gas utilizados en vehículos terrestres y aeronaves, así como en tanques criogénicos. También se utiliza para dispositivos de fijación, elementos de instrumentación y para revestimientos y sobreposiciones de partes en la industria del petróleo y gas. El rango de temperatura de uso oscila entre -250 °C y 700 °C.

La composición nominal (peso %) del metal de aporte de esta clasificación es 52 Ni, 18 Fe, 19 Cr, 5 Nb más Ta, 3 Mo y 1 Ti.

Microestructura completamente austenítica con carburos ricos en Nb y Ti.

Apto para soldar aleaciones de Cr-Ni-Nb-Mo y aleaciones 718, 706, y X-750.

• EN W.Nr.: 2.4668 (NiCr19Fe19Nb5Mo3), 2.4669 (NiCr15Fe7TiAl)
• ASTM: B637, 5589
• UNS: N07718, N09706, N07750

Antes de realizar la soldadura o el calentamiento de cualquier aleación a base de níquel, es esencial limpiar cuidadosamente el metal base. Aceite, grasa, pinturas, lubricantes, lápices para marcado, materiales indicativos de temperatura, compuestos para roscas y otros materiales de similar naturaleza pueden contener azufre o plomo, capaces de provocar grietas o fragilización del metal base o del metal de aportación durante la soldadura o el calentamiento. La soldadura de aceros a base de níquel y completamente austeníticos requiere una atención particular para minimizar la aportación térmica, la temperatura de interpaso y la dilución con el metal base. Se aconseja mantener una aportación térmica baja, con un máximo de 1,5 kJ/mm, y una temperatura de interpaso no superior a 100 °C.